¿Cursos intensivos sí o no?
¿Cuál es la diferencia entre un curso intensivo y un curso normal? Ésta es una de las preguntas más recurrentes entre nuestros alumnos al llegar al centro. A todos ellos les decimos lo mismo, que siempre y cuando se cuente con tiempo, lo recomendable es optar por el curso normal y acudir a la Academia lo más temprano para ir generalmente un poco más adelantados en la Academia de lo que se va en la Universidad. De tal manera que el alumno optimice el tiempo al 100%, aprovechando las horas de la asignatura en la Universidad en su totalidad.
Parece lógico invertir todo ese tiempo lectivo previo al examen en primer lugar en entender el porqué de las cosas y, en segundo lugar, practicando con los diferentes ejercicios que les vamos aportando desde aquí. Para así, en la época de exámenes que les dé tiempo a poder afrontar todas las materias de las que están matriculados sin tener que elegir entre unas u otras.
¿Qué evitamos de esta manera? Llegar agobiados a 15 días antes del examen y tener que darse la ‘pandaza’ del intensivo y la ‘matada’ (como dicen algunos alumnos) a hacer multitud de ejercicios que se les aporta en la Academia, que en la gran mayoría de los casos, y al contar muchas veces con varias asignaturas, sabemos que no les da tiempo a hacer. Por tanto lo suyo, es ir con garantías al examen y además aprender. Pues al salir al mundo laboral se acaban presuponiendo determinados conceptos que todo arquitecto debería saber.
Llegados a este punto queremos aclarar lo siguiente, los cursos intensivos están orientados para aprobar el examen en un primer lugar y, en segundo lugar, pero para nosotros no menos importante, para adquirir los conocimientos mínimos que se presuponen. Esto último en algunos casos y debido al escaso tiempo que tiene el alumno para asimilar los diferentes conceptos no siempre acaba siendo posible olvidándose dichos conceptos poco después, sin dar lugar a la asimilación de la que hablamos. He aquí la gran diferencia entre un curso normal y los cursos intensivos.